[Bloodzone's Survival Horror] Masacre en Lima

[Baal Zak]

Telos
Un minuto transcurrido

Viendo a los dos hombres revisar la cantidad de documentos, la escena resultaba francamente cómica. Claro que para los espectadores, no para los protagonistas. Quizá se preguntaban qué podrían aportar el forero o la profesora, ambos personajes que siempre tenían algo que decir pero ahora estaban muertos.
El doctor estaba en silencio.
El ladrón, balbuceaba.
Mientras tanto, el tiempo iba avanzando de manera inclemente. Quedaba un minuto más. Y a solo metros de distancia y separados por una puerta eléctrica, el T-herion aguardaba.

[Cuy]

Introduzco el codigo: "NON EST INVENTUS". Luego, me tomo el virus por si la puerta no se abre.

[Baal Zak]

En los pasillos de una empresa... una historia termina.

[Baal Zak]

El fin

te alejas de los nombres
que hilan el silencio de las cosas
A. Pizarnik

Et qui non est inventus in libro vitae scriptus missus est in stagnum ignis
Y aquel que no se haya encontrado escrito en el libro de la vida fue echado en un pozo de fuego
Apocalipsis

Cuando el futbolista vio a los zombies entrar a la plataforma, sabía que el fin había llegado. Apuntando su arma hacia el gran Tyrant, disparaba pero no para salvarse. Con la mirada en el suelo, disparaba por su hijo, por su esposa, por sus amigos que murieron un domingo en la mañana, por sus compañeros de escape que cayeron y por los que lo abandonaron. Cada bala que impactaba en el cuerpo del monstruo era una despedida a este mundo de sufrimiento y tormento. Hasta que las municiones acabaron. Parafraseando a Hesse, Christian no se encontraba entre los inmortales, todavía no. Al alzar el rostro, los zombies estaban casi encima de él, pero quien lo atacó fue la profesora lanzándose directamente a devorarle el rostro. La escena se volvió un frenesí de sangre y éxtasis de muerte únicamente interrumpido con la llegada del T-herion que pateó al futbolista empalándolo en los restos de una cámara de experimentación.



Lanzando un rugido, comenzó a recorrer el largo pasadizo junto a la horda de muertos vivientes, ahora bajo su control, en busca de aquellos dos que lo burlaron en la plataforma. Este pasillo lo llevaba de manera directa al vestíbulo previo a la Torre central del complejo, pero los muertos no pudieron entrar ya que se hallaba electrónicamente cerrada y las únicas maneras de abrir la puerta eran con una tarjeta de identificación o que se active el protocolo de seguridad que abriría todas las puertas del recinto. A la postre, eso sucedió. En dos minutos más, nada salvaría a aquellos dos hombres y mientras tanto, el T-herion esperaba.

Del otro lado de la puerta, el doctor había caído en un soporífero letargo, quizá abandonándose completamente debido al tedio o quizá por el indescriptible dolor que sufría, pero la falta de ayuda no impidió que el ladrón usara toda su habilidad para intentar descifrar el código. A pesar de lo aleatorio que le parecían los datos que a cualquier mortal pudiese haber llevado a la desesperación, su mente sólo se repetía que él por siempre sería un superviviente. Un minuto y 40 segundos después, creyó adivinar lo que estaba oculto. Corrió hacia el panel de control y escribió lentamente




NON EST INVENTUS

La puerta de la torre central lentamente comenzó a abrirse. El ladrón tomó al doctor en sus brazos y lo comenzó a jalar hacia las escaleras. Al cruzar el umbral, el resto de puertas se desactivaron permitiendo la entrada de los violentos muertos vivientes. Pero para cuando ocurrió ello, ya los dos sobrevivientes habían cruzado. Las escaleras parecían infinitas, habrán tardado 5 minutos en subirlas hasta llegar a otra puerta, pero nada comparada con las que ya habían pasado. Esta era una simple puerta metálica guardada con un candado. El ladrón dejó caer al médico al suelo y sacó su pistola. En la otra mano vio la última y preciada dosis del virus Genesis. Desde el suelo, el doctor en los estertores de su vida murmuró.

- A.. yú.. da… me….

El delincuente seguía viendo el virus en una mano, su fiel pistola en la otra. Y la última puerta al frente.

Escenario: Han recorrido casi todo el camino, una última puerta es el preludio del fin. Qué les espera al cruzarla? Quizá haya un personaje que sí lo sabe.

Ladrón, qué deseas hacer?
x 3

[Cuy]

Le disparo al doctor. Luego, me inyecto el virus Genesis para poder arrancar el candado usando mi fuerza sobrehumana y salir.

[Baal Zak]

Avatares

Plötzlich bin ich wie verstoßen,
und zu einem Übergroßen
wird mir diese Einsamkeit...
R. Maria Rilke

La súplica del doctor llegó hacia el delincuente que seguía contemplando la puerta metálica entregado a un deseo inconsciente y narcisista. Apuntó su pistola hacia el candado pero no disparo sino que volteó hacia el doctor sonriendo. Éste ya había perdido la voz y sólo se limitaba a mirarlo rogando por el virus que lo salvase de una muerte segura. Pero luego de estar empapado de muerte y sangre, acaso el sentido de la clemencia y misericordia no resultaban vacuos? Y no podemos olvidar que la naturaleza humana es violenta en sí misma así que en verdad es cruel pedirle piedad a un criminal.

- Ayudarte. Si bien recuerdo, éramos nosotros los que necesitábamos más de ti, verdad? Desde que tengo conciencia, siempre he sido el último hombre en pie y te diré un secreto que te será de verdadera ayuda. Una máxima de la perversión y a riesgo que suene a cliché es que nadie sabe para quien trabaja. Mi estimado doctor, no es perverso hacer del otro un instrumento de nuestra voluntad con el solo hecho de crearle una ilusión de ser libre? La mejor manera de ayudarte es esta.



El ladrón apuntó su arma en la frente del médico que lo veía incrédulo. El disparo retumbó en la torre y la pared manchada de sangre parecía ser la firma del último hombre en pie. El cuerpo del médico fue cayendo por las escaleras, rodando hacia el olvido y la hecatombe. El malhechor tomó la última muestra del virus Génesis y la inyecto directo en su organismo. Al instante, sus heridas cerraron y cicatrizaron de manera milagrosa, su fuerza se incrementó así como una notable mejora en el resto de sus facultades. Rompió el candado sin esfuerzos y abrió la puerta. Ante él, el techo de la torre y allí su escape.





Un MH-6 que curiosamente no llevaba un logo de Umbrella, detalle a priori irrelevante, estaba allí esperándolo. Homero entró al helicóptero 2 minutos antes que explote la Base y al instante que el T-herion había abierto la puerta y el cuerpo del doctor caía a sus pies para beneplácito de los zombies que lo devoraron. Encendió la nave y alzó vuelo mientras los muertos vivientes comenzaban a llegar hacia el techo de la torre. De repente, un teléfono sonó al interior del helicóptero. Homero no se extrañó de la llamada.

- Si?
- Doctor, felicidades.
- Te equivocas tío, el doctor… no pudo lograrlo por decir lo menos.

<incómodo silencio>

- Bueno y con quién tengo el placer?
- Pues puedes llamarme el invitado sorpresa.
- Realmente tu identidad no es relevante sino lo que llevas. Para haber llegado hasta el fin es evidente que portas el virus Génesis contigo, no es así?
- No está mal, pero no necesariamente conmigo sino en mí.
- Pero de qué diablos estás hablando?
- El virus y yo ahora somos uno.
- Curiosa manera de resultar… debo admitir que no estaba preparado para ello pero igual te haré el mismo trato que estaba listo para ese inútil médico. Te ofrecemos 25 millones de dólares por una muestra de tu sangre. En realidad era por el virus pero creo que aún podemos llegar a un acuerdo, no te parece?
- Mire, ahora estoy hastiado de compañías y virus y muertos, además porqué debería creer en su palabra?
- Vamos, crees que hubiesen llegado hasta donde lo hicieron sino hubiese sido por nosotros y las pistas que sembramos para que escapen? Piénsalo bien. En el helicóptero encontrarás la ruta hasta nuestros contactos fuera de Lima y luego hacia nosotros.

El ladrón colgó el teléfono pensando en la oferta pero también en él. El superviviente. Y una sonrisa apareció en su rostro alumbrada por la nueva alba que aparecía en el cielo de Lima, una que no era producto del nacer del sol, sino de una explosión que reducía a escombros la soberbia Base de Umbrella. El fuego y muerte, marcaba de verdad una nueva alba para la otrora Ciudad de los Reyes, un amanecer de terror y muertos vivientes.
Al final, el virus no sólo había marcado su renacimiento sino provocado una última alquimia, la de la fría sensación de victoria y el fuego del éxtasis

Mientras el helicóptero desaparecía en el cielo, el ladrón ya había decidido su destino pero ello no merece ser contado sino vivido.

[Baal Zak]

Epílogo.

- El gobierno peruano negó cualquier injerencia en el brote de muertos vivientes ante la sociedad y depositó la culpa en el ministerio del Interior.

- Luego de varios meses de combates, el ejército peruano dio por perdida la ciudad de Lima. A la fecha se espera la ayuda de paises amigos para liberarla de los muertos.

- Umbrella Corporation negó toda responsabilidad y ante la ausencia de pruebas en su contra, demandó al gobierno peruano por miles de millones de dólares. El gobierno perdió el juicio.

- La “Compañía”, rival de Umbrella Corp., logró en su base de Manchester el desarrollo de sus primeros BOW gracias a los planes extraídos de la Base, para el siguiente mes empieza el desarrollo de su primer Tyrant 169.

- Aún si del grupo no sobrevivió más que el ladrón, una hermana de la profesora que radicaba en Lambayeque en el momento del ataque recibió una llamada de Rina, cuando se separó del mecánico el domingo en la mañana. Esta mujer ha comenzado a investigar.

- La localización del ladrón… es clasificada.